Mural Da un Nuevo Aire a Salón de Newport

Editora de arte y cultura Sarah Weiner ’24 se trata del nuevo mural en el lounge de Newport, que muestra la apreciación de la colaboración y las identidades latines en campus. Traducido a español del artículo original por Armando Garcia ’25 y Erica Ayala ’26.

Mural Da un Nuevo Aire a Salón de Newport
El mural contiene aproximadamente 55 colores distintos, que usaban los estudiantes y profesores para ayudar a llenar los contornos por un sistema de pintar por números. La foto cortesía de Colectivo Moriviví.

Cuando Piero Campos ’25, Armando Garcia ’25, y Amelie Justo-Sainz ’25 llegaron a Amherst en el otoño de 2021, estaban ansiosos por unirse a lo que esperaban que fuera una vibrante comunidad Latinx en la universidad, y luego se decepcionaron al descubrir que apenas existía.

En su empeño por alcanzar su objetivo, los tres se mudaron a La Casa, la casa de la cultura latina del campus, en su segundo año. A pesar de que La Casa es un espacio dedicado a la celebración y expresión de la cultura Latinx, encontraron poco “sentido de comunidad,” dijo Campos.

Motivados por estas frustraciones, así como por el deterioro de las condiciones de vida en Newport Hall, donde se encuentra La Casa, Campos, Garcia y Justo-Sainz tomaron el asunto en sus propias manos. El verano pasado, el grupo se dirigió al profesor de español Paul Schroeder Rodríguez, enlace informal de la facultad con La Casa en aquel momento, para pedirle ayuda para revivir el espíritu de la casa latinx. Campos también atribuyó a Josue Martin ‘24 y Kevin Gutierrez ‘25 los inicios de la colaboración, aunque no pudieron llevarla a cabo por completo. "Nuestros compañeros de clase superior ya lo estaban pensando [sobre el mural],” dijo Campos. “También es bonito que nos lo hayan transmitido.”

Esta noche, casi un año después, uno de los resultados de sus conversaciones se revelará en las paredes del salón del sótano de Newport: un mural diseñado y pintado por Colectivo Moriviví, un colectivo artístico exclusivamente femenino puertoriqueño, en colaboración con los residentes de Newport. Schroeder Rodriguez obtuvo fondos para el proyecto del Departamento de Español, el Departamento de Estudios Latinx y Latinoamericanos, el Centro para el Compromiso Comunitario, Asuntos Estudiantiles y la Oficina del Presidente.

Moriviví llamó la atención de Schroeder Rodriguez por primera vez con uno de sus murales ubicado en la Sala Comunitaria de la Biblioteca Pública de Holyoke. (A partir de 2010, Holyoke tiene la población per cápita de puertorriqueños más grande de cualquier ciudad de EE. UU. fuera de Puerto Rico.) El colectivo, co-fundado en 2013 por Sharon "Chachi" González Colón y Raysa Raquel Rodríguez García, anteriormente realizó murales y proyectos comunitarios en Puerto Rico y en varias ciudades de la diáspora puertorriqueña, incluida Holyoke. Moriviví tiene una presencia notable en todo Pioneer Valley: Las artistas han hablado sobre su trabajo en la Universidad de Massachusetts Amherst además de completar murales en Holyoke, Springfield y ahora en Amherst.

Aunque el sótano de Newport ya tenía un mural, su estado se estaba deteriorando y, lo que es más importante, no todos los residentes de Newport resonaban con su diseño. Presentaba de manera prominente imágenes de mariposas en referencia a la inmigración; comúnmente lo criticaban los residentes por representar principalmente a la cultura mexicana en contraposición a todas las identidades latinx.

El diseño del mural fue creado por las artistas del colectivo en colaboración con los residentes de Newport para reflejar el concepto de pan-latinidad. La foto cortesía de Colectivo Moriviví.

El nuevo mural, que se extiende desde el piso hasta el techo y abarca tres paredes, se diseñó teniendo en cuenta el concepto de pan-latinidad: la coexistencia y unidad de diversas identidades latinoamericanas. Los residentes de La Casa se reunieron virtualmente con Colón y García cuatro veces durante el semestre de otoño para participar en actividades creativas y de aportación de ideas para generar sugerencias sobre lo que querían ver en el mural. La necesidad de revivir el sentido de comunidad Latinx en el campus fue especialmente evidente en el tamaño pequeño de las reuniones.

“Fue un poco difícil tener una gran participación,” dijo Justo-Sainz. “Intentamos anunciarlo con La Causa [una organización estudiantil de servicio, política y cultural Latinx] y el chat grupal de La Causa, pero la mayoría de las veces éramos solo nosotros tres [Justo-Sainz, Campos y Garcia] los que asistíamos a los talleres.”

Los detalles deliberados de la obra reflejan el éxito de estas reuniones y la brillantez de Colectivo Moriviví. Cada pequeño detalle atrae, y la paleta cálida de 55 colores abraza a residentes y visitantes al ingresar al espacio. La obra de arte contiene escenas claramente identificables de Amherst, Holyoke y varios países latinoamericanos, incluidos Brasil, México, Puerto Rico y Perú, así como imágenes más representativas como carteles para evocar la historia del activismo Latinx en el campus, mapas del mundo invertidos para honrar las tradiciones indígenas, e incluso algunas mariposas para honrar el legado del mural anterior.

Campos dijo que el mural tiene como objetivo capturar “la colisión de los dos mundos que son relevantes para nuestra identidad Latinx.” Este principio se expresa visualmente en el mural y también a través de las palabras. Una sección destacada de la obra presenta un poema en español e inglés escrito por los estudiantes del curso “Encontrando tu voz bilingüe” de la profesora Carmen Granda.

Colón y García compartieron con The Student un aprecio similar por la variedad de identidades que se muestran en la obra de arte. La mayoría de los proyectos de Moriviví en Estados Unidos han sido colaboraciones con comunidades específicas de la diáspora puertorriqueña; la representación del mural de Newport de muchas comunidades latinas diferentes es una oportunidad única para que las artistas escuchen y compartan experiencias con otros latinoamericanos.

Al respecto de este intercambio intercultural, García dijo: “La relación que tenemos con los Estados Unidos nos privó un poco de tener esas relaciones con Latinoamérica [...] Hacerlo en los EE.UU., quizás de una manera indirecta, porque estamos en la diáspora con otros latines, se siente que estamos creando esos lazos importantes, aunque no estamos físicamente en Latinoamérica.”

Lo increíble del arte del colectivo es que estas conexiones no solo se representan visualmente en el arte, sino literalmente en el proceso de pintura colaborativa que facilitaron. Estudiantes, facultad y profesores conectados con las comunidades latinas e hispanohablantes se inscribieron para los espacios de pintura que se ofrecieron durante algunos días de la semana pasada. Recibidos amablemente por García y Colón y las asistentes del proyecto Gabriela Díaz Ortíz y Patrica Victoria Rivera Vega, una mesa larga con recipientes de plástico llenos de pintura y una mezcla enérgica de música en español e inglés, nos pusimos delantales y nos pusimos a trabajar de a un color a la vez, rellenando formas en un sistema similar al de pintar por números.

“Y lo más gratificante,” dijo Garcia, “siempre el resultado en verdad. Ver también cuando las personas ven sus ideas representadas visualmente y que  cuando acertamos en ese sentido siempre es bien gratificante; siempre se sorprende de que hayamos encontrado la forma de de incluir todas sus ideas.”

Los residentes de Newport esperan que la nueva obra de arte reavive la vida y la comunidad en el espacio. El mural es parte de un proyecto más grande para “asegurarse de que la gente recuerde cómo se supone que sea Newport y por qué se creó en primer lugar: para ser un espacio seguro para la comunidad latinx,” dijo Justo-Sainz. Añadió con alegría que, basándose en las solicitudes a La Casa este año, podrán aumentar la ocupación de las habitaciones de ocho a un estimado de 22.

“Queremos estar a cargo de nuestra propia historia,” dijo Garcia. “Queremos contar la historia por lo que es, lo que experimentamos y lo que nuestra propia gente experimentó en el pasado, y cómo la gente ha llegado a Amherst. Queremos asegurarnos de dejar esa marca, que sepan que estuvimos aquí, lo hicimos posible, y que otros se inspiren para hacer lo mismo en el futuro.”